Trabajar con Paola es un lujazo. No solo por su eficacia como correctora, sino porque su sentido de la estética y su buen gusto hace que todo el proceso de maquetación y portada sea muy fácil. Su perfeccionismo es aún más alto que el mío, cosa que es de agradecer cuando eres una tiquismiquis con todos los detalles de tu novela como lo soy yo. La recomiendo sin dudarlo.