¿Se puede vivir de escribir novela romántica?

vivir de escribir novela romántica



El otro día hablaba con mis suscriptores de cuáles son nuestros objetivos como escritores, ¿escribir por placer?, ¿publicar con editorial?, ¿ganarse la vida escribiendo? Dependiendo de lo que elijamos debemos enfocar nuestra carrera en una u otra dirección. Muchas me contestaron que todavía no estaban en ese momento decisivo en la vida de cualquier escritor. Solo buscan aprender y tener la oportunidad de que las lectoras las descubran. Así también empecé yo antes de curtirme en el oficio y decidir que quería vivir de escribir.

Algunos pensarán que debe de estar chupado vivir de escribir novela romántica. Es uno de los géneros que más se venden, con una audiencia fiel y apasionada que mueve verdaderas montañas, y además bastante fácil de escribir, total, sus argumentos solo van de penes y vaginas y de cómo se acoplan entre sí, ¿no?
Pues no.
La novela romántica habla de sentimientos, del amor como poder redentor, de sufrimiento, de cómo superar obstáculos para alcanzar la felicidad. Va sobre la naturaleza humana, de sus miserias y virtudes, de sexo, de perseguir sueños. De la vida.
  
El problema de vivir como escritora de romántica no radica en la dificultad de escribir este género, que a fin de cuentas es el mismo que para escribir cualquier otro, sino en la profesionalización, en sentarse cada día delante del ordenador te duela la cabeza o no, tengas ganas o no, estés bloqueado o no, superando los sinsabores y los batacazos, las decepciones, las críticas malignas y las que no lo son tanto pero duelen igual.

Y del factor suerte.

No siempre el trabajo tiene su recompensa. Está más que demostrado que una buena novela no tiene por qué estar acompañada de buenas ventas, a veces lo que determina el éxito es una contundente campaña publicitaria y hoy día las editoriales no están por la labor de apostar por nuevos talentos, para los autopublicados ni siquiera existe esa posibilidad. En romántica, además, tenemos el hándicap de que la oferta supera la demanda, y para encontrar a esas lectoras, o más bien, para que esas lectoras te encuentren a ti, hay que trabajar mucho.

Sí, la dichosa visibilidad, ese ente escurridizo tan difícil de dominar.

Que el mercado español romántico se abriera a las autoras nacionales supuso una oportunidad inigualable para que todos esos talentos escondidos salieran a la luz y que nos allanaran el camino a todas las que llegamos después. Luego vino Amazon con su plataforma para que cualquiera pudiera publicar su libro sin necesidad de pasar un filtro editorial, y sin tener que esperar meses y meses para al final obtener una respuesta negativa, o ni eso. Y el boom nos reventó en la cara. Solo en la categoría de romántica de Amazon hay más de 33000 títulos y centenares de novedades cada mes. Dan ganas de cerrar el portátil y dedicarse a tejer, ¿verdad?

No sé si para ser escritor hay que estar hecho de una pasta diferente, pero desde luego hace falta mucha fuerza de voluntad para no rendirse y no perder el optimismo ni la ilusión. Esta es una carrera de fondo, una triple maratón, mejor dicho, en la que no hay fecha límite para triunfar, así que sed pacientes y escribid, escribid mucho.

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3 comentarios en “¿Se puede vivir de escribir novela romántica?”

  1. Un gran artículo y con mucha razón. Desde luego hay que tener paciencia pero se puede crecer día tras día y ver beneficios al final, eso sí, ¡¡gracias a Amazon!! (al menos, hablo en mi caso particular)

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