Promocionar tu novela romántica. Guía de buenas prácticas

Empezar en el mundo literario es complicado. Has escrito tu libro, te has gastado una pasta en dejarlo decente y ahora no tienes ni idea de por dónde empezar a promocionar tu novela romántica. Es fácil caer en malas prácticas y repetir lo que hace todo el mundo, pero eso no consigue resultados, solo llevarte a la frustración y el desánimo

Si ya tienes tu libro en la mano y aún no has empezado a crear una comunidad, siento decirte que todo te va a costar el doble de trabajo. Pensar que ya has hecho lo difícil y que tu novela romántica se va a vender sola es incurrir en una de las mayores equivocaciones. Debes trabajar tu visibilidad mucho antes de publicar.

Te voy a poner un ejemplo.

No sé si conoces a MJ Moreno, autora de distopías y asistente virtual que está a puntito de publicar su primera novela. MJ lleva años trabajando su visibilidad escribiendo uno de los mejores blogs que hay para escritores novatos. Se ha movido mucho por Twitter, ha estrechado lazos con sus suscriptores en sus newsletters y ha organizado un Patreon que tiene pintaza. El resultado es que ha conseguido formar una comunidad a su alrededor que estaba impaciente porque sacara su primera novela. Tanto ha sido así que el crowdfunding que organizó hace unos meses llegó a su objetivo semanas antes de la fecha tope.

La visibilidad online no es algo que se consiga de un día para otro, ni siquiera de un mes para otro. Sobre todo, ahora que la competencia es feroz y cada vez somos más las escritoras que queremos que nuestras novelas románticas sean las primeras en las lista de las lectoras.

Para que las lectoras te elijan, sí a ti, porque las escritoras somos nuestra propia marca, primero tienen que saber quién eres y qué puedes ofrecerles. No te van a leer porque grites lo estupenda que es tu novela en los cientos de grupos de spam de Facebook ni porque envíes mensajes privados ni e-mails sin ton ni son pidiendo que compren tu novela. Te aseguro que esa no es la mejor forma de promocionar tu novela romántica.

Guía de malas prácticas:

1. Hacer spam sin medida

Hay compañeras que afirman que hacer spam en grupos de Facebook les da resultados; mi experiencia me dice que es perder el tiempo. En mi grupo Yo escribo literatura romántica está prohibido, solo se puede hacer una publicación en el estreno y poniendo un hashtag específico. Da igual. Algunas integrantes solo se limitan a colocar su publicidad sin interactuar y sin tomarse la molestia de redactar un texto atrayente.

No saber en qué grupos puedes promocionarte y qué días me parece una falta de respeto hacia las compañeras y hacia las administradoras. Además, copiar y pegar el mismo texto en todas partes no llama la atención, ¿por qué tendría que detenerme a leer tu sinopsis si no me ofreces nada diferente?

2. Enviar mensajes directos a desconocidos en las redes

Por Twitter, Facebook o Instagram, incluso por e-mail. Yo también soy escritora, antes que todo lo demás, y no voy por ahí enviando mensajes masivos sin personalizar, sin saber a quién me dirijo.

Las autoras que hacen eso, ¿no se dan cuenta de que quedan a la altura del betún?

Ayer, sin ir más lejos, recibí uno de esos e-mails (de hecho, es lo que ha motivado que esté escribiendo este post). Empezaba con un «hola» genérico sin poner mi nombre. Después seguía con que había visto que era lectora por mi Instagram (y eso que hay un enorme «escritora» en negrita al lado de mi nombre). A continuación, me contó una triste historia sobre las autoras autopublicadas que no tienen más remedio que hacer ese tipo de intromisión violenta porque es la única forma de darse a conocer. Y terminó con un enlace de venta de su novela.

Podría tirarme todo el día comentando ese correo, pero a la vista está que esa escritora ni sabe quién soy yo ni se ha molestado en averiguarlo. ¡Ni siquiera me sigue! Lo único que ha motivado en mí es un profundo rechazo. Y, por supuesto, no pienso leer ni comprar su libro; ni ese ni ninguno.

Si vas a enviarle un mensaje a alguien, tómate el tiempo de analizar quién es, si lee el género que tú escribes, comenta sus posts y compártelos. Establece lazos. No vayas a puerta fría si no quieres que te tachen para siempre.

3. Solo hablar de lo que te gusta a ti

Es la primera idea que tienes que grabarte a fuego cuando empiezas en esto del marketing, que nunca se trata de ti, sino de tus lectoras. De sus gustos, intereses, problemas…

Tienes que hablar de ti, claro que sí, pero con un objetivo y siempre con moderación, intentando relacionar esa experiencia con algo relacionado con tu escritura o con tu trabajo de escritora. Si te pasas día tras día hablando de asuntos que nada tienen que ver con la literatura, estarás atrayendo a una audiencia que tal vez luego no responda cuando saques tu libro a la venta.

4. No tener un plan

Ya sabes que yo lo planifico todo. Con tan solo cinco horas diarias disponibles para trabajar no me queda más remedio si quiero exprimirlas al máximo. No tienes que hacerlo igual que yo, pero al menos sí tener una mínima guía antes de lanzarte sin saber qué y cómo.

En las redes, es algo que veo imprescindible. Tener una estrategia de publicaciones según objetivos no solo te ayuda a optimizar el tiempo, sino a llevar un camino sin sobresaltos, sabiendo en cada momento por qué estás haciendo esto o aquello.

5. Quejarte continuamente

Soy de las que piensan que las alegrías se comparten en público y las pataletas se dan en privado. Todas queremos tener cientos de comentarios en Amazon, que nos hagan reseñas maravillosas, que las lectoras vuelvan a nosotras una y otra vez, tener nuestras novelas en los escaparates de las librerías…

Puedo asegurar, sin temor a equivocarme que, en mis siete años de carrera literaria, jamás me he quejado en público de mi escasez de reseñas, comentarios, ventas o lo que se te ocurra. No es esa la imagen que quiero proyectar, aunque también me duela y me enfade que un determinado lanzamiento no funcione como esperaba.

Si compartes públicamente tus frustraciones más íntimas como escritora de forma continuada, puedes perjudicar tu marca personal, así que antes de darle a «enviar», asegúrate de que quieres compartirlo con el mundo.

Guía de buenas prácticas:

1. Estudiar a tu audiencia

Antes te hablaba de que tienes que pensar que tus contenidos no tienen que ver contigo, sino con tus lectoras. Y para averiguar qué quieren, tienes que analizarlas. Es lo primero que te enseñan a hacer en cualquier curso o formación sobre marketing.

Es lo que te decía la semana pasada: si no sabes a quién te diriges, ¿cómo vas a preparar tu contenido?

Empieza haciendo una reflexión sobre tu escritura, qué temas tratas y a qué tipo de lectoras les puede interesar. Una vez hecho eso, haz una radiografía de tu lectora objetivo: vida personal, familiar, profesional, gustos, problemas, inquietudes, sueños, etc. Incluso ponle un nombre.

Solo conociendo en profundidad a quién le hablas, puedes darle el contenido que le interesa.

2. Tener tu propia casa

Tus seguidoras en redes sociales en realidad no son tuyas. Si hubiera un problema y perdieras tu cuenta, «bie bie», como dice mi hijo pequeño, a toda tu audiencia y a empezar de cero.

Además, conseguir que tu mensaje llegue a todas tus lectoras cada vez es más difícil debido a que los algoritmos deciden a quiénes les enseñan tus posts siguiendo los patrones de comportamiento de esos mismos seguidores.

Lo que quiero decir con todo esto es que es conveniente tener tu propia lista. Piensa que la gente que se apunte a ella está verdaderamente interesada en lo que tengas que decir, además de ser una herramienta formidable para hablar con tus lectoras de tú a tú y fidelizarlas.

3. Ser constante

Insisto mucho en esto, pero es que me he dado cuenta de que la constancia es el centro de todo este trabajo.

Si eres constante, puedes mantener un blog, escribir todos los días, publicar en redes… En redes sociales, sobre todo, mantener un ritmo de publicación es fundamental y eso solo se consigue teniendo un plan y ser fiel a él.

4. Mostrarte

He hablado de esto en varias ocasiones porque suele ser un tema que preocupa bastante a las escritoras de romántica.

¿Hasta dónde puedes hablar de ti? La respuesta te va a parecer de Perogrullo, pero depende de ti. En estos años he visto de todo, hasta fotos de desnudos para promocionar una novela. No estoy haciendo una valoración, simplemente, lo comento para que veas que el límite lo pones tú.

Lo que está claro es que las fotos o vídeos donde se nos ve tienen un engagment muchísimo mayor que la media de publicaciones.

Salir en vídeo cuesta un mundo, lo sé, pero no tienes que empezar tirándote sin cuerda, puedes grabar pequeños vídeos para Reel para romper el hielo y poco a poco aumentar la cantidad y el tiempo.

5. Compartir

Leo a autoras españolas y, si me gusta el libro, hago una publicación en mis redes hablando de él y recomendándolo. Al igual que comparto los estrenos de compañeras que sé que escriben muy bien y que puedan gustar a las lectoras que me siguen a mí.

También hago recomendaciones en este blog o hago recopilatorios por temáticas de novelas que no he leído pero que me parecen interesantes.

¿Por qué lo hago? Primero, porque fomentar la lectura de novela romántica de calidad es una obligación, y segundo, porque sé lo difícil que es llegar a nuevas lectoras que quieran darte una oportunidad. Además, no hay nada que funcione mejor que el boca-oreja de toda la vida.

¿Sigues estas buenas prácticas para promocionar tu novela romántica o has cometido alguna de las malas? En el primer caso, felicidades, ese es el camino; en el segundo, ¡rectificar es de sabios!

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