Hace unas semanas, cuando nos dijeron que debíamos confinarnos en casa, hicimos acopio de lecturas y de planes de escritura. Sin embargo, es algo muy común en estos días que las escritoras y escritores hayamos perdido la inspiración para escribir.
Hemos perdido la concentración, tanto para escribir como para leer. El miedo, la ansiedad, el enclaustramiento han matado nuestra creatividad. O, por lo menos, la han adormecido. No es algo puntual. He leído a compañeras en las redes manifestar esta incapacidad, pero también es lógico.
La escritura se alimenta de nuestras emociones, por eso a veces, cuando estamos de bajón, las palabras no salen con la misma voracidad y energía. Hay que hacer un esfuerzo extra para arrancarlas de las puntas de nuestros dedos.
Yo ahora no estoy escribiendo ficción, estoy en plena organización del lanzamiento de Tras el largo invierno, pero me cuesta escribir en el blog, hacer fotos para Instagram (ya ni recuerdo cuál fue la última que subí), planificar nuevos proyectos.
La inspiración no solo ayuda a escribir ficción, también forma parte de todos los ámbitos de nuestra vida. Hoy, sin ir más lejos, hemos tenido que quebrarnos uno de mis hijos y yo para inventarnos un juego de mesa que estuviera relacionado con las olimpiadas (trabajo para el profe de Educación Física, que bien podría haber mandado vídeos de ejercicios físicos en vez de eso, digo yo).
Cuando estamos sumidos en la desgana, cualquier intento de creatividad supone un sobreesfuerzo.
Pero no podemos dejarnos atrapar por ella. Picasso decía que la inspiración tenía que pillarte trabajando y por eso te doy algunas ideas para que la inspiración para escribir vuelva a llamar a tu puerta.
Preséntate a un concurso
Un concurso siempre es un incentivo para terminar ese manuscrito que tienes a medias y que has ido abandonando por otros. El premio de Amazon está a la vuelta de la esquina; es bastante jugoso y, si no ganas, al menos, habrás ganado otra experiencia.
Bucea en Netflix o Amazon Prime Vídeo
La televisión es una fuente inagotable de inspiración. Un tema que se toque en alguna serie que te llame la atención, algún personaje secundario, una conversación. Cualquier idea es buena para retomar el hábito de escribir.
Sal de tu zona de confort
Cambia de género, diviértete. Prueba algo diferente, atrévete con los relatos o con un género que te guste y que nunca te hayas atrevido a escribir. Si no te gusta la erótica como a mí, escribe algo de ese tipo; o de terror, ciencia ficción, lo que sea. Cuanto más alejado esté de lo que sueles escribir, mejor.
Escucha música
Imagina la historia que hay detrás de esa canción que te gusta tanto. Las canciones de desamor suelen ser muy bonitas. Piensa cómo son los personajes, cómo se sienten, por qué han llegado a ese punto… Y escribe su historia.
Dale una vuelta a tu rutina
Videollamadas, teletrabajo, reconversión en maestra… Nuestro día a día se ha visto terriblemente afectado. A veces, se hace muy cuesta arriba, yo hoy no he parado de apagar fuegos, ha sido un día de lo más improductivo, pero también puedes sacar una historia de ahí.
Observa a tus vecinos
Pero no en plan acosador, ¿eh? Todas las tardes los edificios de alrededor se llenan de gente que aplauden a las ocho de la tarde. Imagina una historia para aquella mujer que mira anhelante la calle, para ese niño que ha colgado sus dibujos en el cristal de la ventana, para esa pareja que se asoma cada uno desde un balcón dándose la espalda…
Estas son solo algunas ideas, puedes leer este post de Gabriella Literaria si quieres más, pero como ves, la inspiración está en todas partes, solo tienes que estar atenta y mirar.
¿Y tú cómo te inspiras? Dímelo en los comentarios.
La inspiración es más que necesaria. Sin ella poco o nada podremos escribir. Por mucho que planees e intentes anticiparte para sentarte a escribir poco se puede hacer si no consigues que las palabras broten, aunque tengas la idea en la cabeza.
Creo que lo mejor es dejar que la mente se despeje a su ritmo y poco a poco irá fluyendo, si está de Dios, porque los bloqueos pueden durar mucho más de lo aue desearíamos. Como bien dices, las emociones son las que gobiernan a la mente y, por ende, a nuestros escritos.
En mi caso presentarme a concursos nunca fue algo que me llamara la atención, y menos cuando se presentan cientos de almas buscando su gloria.
Más bien soy de fijarme en mi alrededor, de ver pelis, series… Ahí sí que tengo un buen alijo de posibilidades inspiradoras , y con esto de permanecer en casa, la inspiración parece que se deja ver, aunque sea tímidamente
Un abrazo, Paola.
Yo tampoco soy fanática de los concursos, pero hay gente que se anima a escribir para presentarse y cualquier motivación es buena. A mí también me gusta inspirarme en el cine, ¡salen ideas fantásticas de ahí!
Muchas gracias por dejar tu comentario, guapísima. Un besazo.
Qué identificada me siento con lo que describes. Mi creatividad ha volado con el coronavirus y no consigo escribir ficción. Me he sumergido en la documentación de un proyecto que esbocé hace un tiempo y parece que en eso sí puedo concentrarme.
Eso también es trabajo y si puedes adelantar planificación, mucho mejor, así cuando recuperemos nuestras vidas solo será sentarse a escribir. Muchas gracias por comentar, Marian. ¡Un abrazo fuerte!