Seguro que estás familiarizada con palabras como trama, argumento o sinopsis, pero si te hablo de escaleta o cubierta puede que no te suenen tanto. El artículo de hoy va sobre conceptos de escritura, para que nunca más tengas dudas sobre qué diferencia hay entre trama y argumento o qué es un cliffhanger.
Escribir una novela y publicarla implica varios aspectos, así que los voy a separar en varias entradas. Hoy me voy a centrar en los conceptos narrativos, ¿lista?
Conceptos narrativos
Historia
La historia es el conjunto de sucesos que ocurren dentro de una novela, el qué y el cómo son los que constituyen el argumento y la trama.
Argumento
Muchas veces se utilizan indistintamente los términos argumento y trama, pero no son lo mismo. El argumento es el orden cronológico de los sucesos que ocurren en la novela, es decir, lo que quieres contar.
Trama
Es cómo cuentas el argumento. Aquí es donde reside la mayor parte de la planificación de una novela porque puedes jugar con gran cantidad de aspectos para dirigir a las lectoras hacia donde quieres. Dónde comienza la narración (al principio, en medio o al final) o quién la cuenta (el tipo de narrador), por ejemplo, hacen que un argumento romántico lleno de clichés se convierta en una lectura interesante y que enganche.
Las novelas románticas suelen tener varias tramas: la romántica, obviamente, y una secundaria que puede englobar tu novela dentro de algún subgénero específico.
En el cómo es donde radica tu voz y tu estilo, tu toque diferencial.
Tema
El tema no es la sinopsis ni la trama ni el argumento; no es un resumen de tu novela, es el meollo, la idea principal. En mis novelas, y creo que es algo que caracteriza mi escritura, es la búsqueda de la felicidad. ¿Te has parado a pensar alguna vez cuál es el tema subyacente en tus novelas?
Narrador y punto de vista
No es lo mismo el narrador que el punto de vista, aunque ambos están muy relacionados y determinados por el primero. Por ejemplo, si el narrador de tu novela romántica es la protagonista, el punto de vista también será el de ella, solo podremos saber, sentir y ver lo que ella sepa, sienta y vea.
Cuando el narrador es alguien externo, es decir, en tercera persona, puedes jugar con el punto de vista de los personajes según te convenga. Hay que tener cuidado con esto porque cuando se escoge un punto de vista debes mantenerlo dentro de una misma escena, no «saltar» de una cabeza a otra. Celia Arias explica muy bien en este post cómo puedes cambiar el punto de vista de forma correcta.
Lo mismo ocurre cuando el narrador es externo pero subjetivo, es como si persiguiera al personaje de forma que cuenta lo que hace, lo que siente y lo que ve ese personaje en concreto.
Estructura
Se refiere a cómo está planteada la novela, el esqueleto sobre el que se sustentan las tramas. La más común es la estructura en tres actos: planteamiento, nudo y desenlace. En ella debes colocar los puntos de giro y los conflictos a los que deben enfrentarse los personajes de manera que las lectoras se queden pegadas al libro y no quieran soltarlo.
En mis mentorías, analizar la estructura es el primer paso antes de empezar a trabajar el texto, es la base de toda tu novela. Si la estructura flojea, lo hará todo el manuscrito por muy interesante que sea el argumento.
Escaleta
Así es cómo se llama la planificación de una novela. Es un documento en el que se recoge toda la información que te he mencionado hasta ahora. En ella también puedes incluir fichas de personajes, de documentación, capítulos, etc. Es tu guía para no perderte a la hora de escribir.
Cliffhanger
Es, literalmente, un momento culminante. Es un recurso que se utiliza mucho en las series de televisión, esos últimos minutos finales donde la tensión se dispara y tienes que ver sí o sí el siguiente capítulo para ver qué pasa a continuación.
En teoría, cada capítulo de tu novela romántica debería terminar en un punto álgido de la narración, que las lectoras se queden ávidas de saber qué va a pasar y tengan que leer otro poquito más.
Pistola de Chéjov
Es cuando introduces pistas o elementos que llaman la atención de las lectoras creando una expectativa y que tendrá importancia en la resolución de los conflictos que se presenten.
En cine lo puedes identificar cuando la cámara se acerca a algún objeto y sabes que tendrá importancia en algún momento.
Deus ex machina
Nos referimos a un deus ex machina cuando el conflicto se resuelve porque sí, por arte de magia. Hay que tener cuidado con esto para no estropear el final de tu novela. Cada vez que introduzcas un conflicto, debes tener claro cómo lo vas a resolver.
Conflicto
Cualquier obstáculo que va a impedir a la protagonista alcanzar sus metas. En romántica, el conflicto amoroso es fundamental para sustentar la historia: los protagonistas no pueden estar juntos por una causa mayor, externa o interna, y tendrán que superar esa dificultad para obtener su final feliz.
Puedes meter tantos conflictos como quieras según el subgénero que estés escribiendo, pero ten cuenta que deben quedar bien resueltos al llegar al final.
Punto de giro
Todas aquellas situaciones que enredan y empujan a los protagonistas a avanzar y tomar decisiones son puntos de giro. Es habitual encontrar dos o tres en la estructura de tres actos: para iniciar el nudo y para dar paso al desenlace.
Según el nivel de complejidad con el que quieras dotar a tu novela, puedes meter más, pero ten cuidado, porque si te pasas, corres el riesgo de escribir una telenovela.
In media res
Cuando empiezas la novela con algo que sucede en mitad. Por ejemplo, en Traiciones ocultas el prólogo es una escena de acción que sucede horas después del inicio del primer capítulo.
Cliché
Una idea, expresión o situación que de tantas veces que se ha usado ha perdido la frescura y resulta repetitiva y aburrida.
En romántica hay millones de clichés: la secretaria que se enamora del jefe, el mejor amigo feo que se enamora de la protagonista, el chico malo que en realidad tiene un corazón de oro… Todo está escrito ya, pero depende de nuestra pericia como escritoras el que resulte atrayente lo que escribimos.
Arquetipo
Aquella figura que tiene un rol universal que perdura en la memoria colectiva independientemente del tiempo y el espacio. Por ejemplo, la figura del villano, la del mentor o la del héroe.
Estereotipo
A diferencia del anterior, es la imagen preconcebida que tenemos de determinados colectivos o personajes. La rubia tonta o el musculitos sin cerebro son ejemplos de estereotipos.
Infodumping
Cuando introduces demasiada información que no aporta valor a la narración. Muchas veces pasa que tenemos tantos datos increíbles que hemos descubierto durante la documentación que queremos meterlos sí o sí en la novela, aunque no tengan sitio ni ayuden a conocer a los personajes ni a que avancen las tramas.
Hay muchos más conceptos relacionados con la escritura y con la publicación, pero creo que los que te he dejado hoy son suficientes para empezar a habituarte a ellos.
¿Los conocías todos?
Me siento como buena alumna porque todos los conceptos los ubiqué.
Jajaja solo me sentí torpe cuando leí los clichés que pusiste y solo podía pensar: Adoro tanto los clichés.
Muchas personas dicen que es uno de los pecados de la romántica pero creo que al contrario, trabajar con un cliché fuerza a tu ratoncito a girar mejor y encontrar formas de darle la vuelta y que siga siendo atractivo y especial. Por ejemplo el matrimonio concertado es un cliché que me encanta, hay muchas obras que adoro con esa base y siempre les encuentro algo nuevo.
Gracias por el post Pao!
Hola, Gavi! Muchas gracias por comentar. En romántica los clichés son inevitables, pero no es algo negativo, solo que hay que esforzarse un poco más para darles una vuelta e imprimirles nuestro propio estilo. 🙂
Gracias por tu aportación. Feliz semana.