He escrito toda mi vida, pero nunca imaginé que llegaría a tener una carrera literaria ni que mi vida profesional giraría en torno a ella. Empecé con trece o catorce años reescribiendo las novelas de Agatha Christie que más me gustaban y a las que añadía escenas románticas. Para alguien como yo, que siempre he sido introvertida hasta lo ridículo y que nunca he conseguido encajar en ninguna parte, fue una forma de evasión, de ser feliz dentro de mi propio mundo imaginario.
Escribía para mí, solo un par de compañeras de instituto lo supieron y me leían, pero nadie más, ni siquiera de mi entorno familiar. No fue hasta que me casé que me atreví a enviar un manuscrito al premio Círculo de lectores con un borrador muy muy alejado de lo que después se convirtió en Traiciones ocultas.
No te imaginas la vergüenza que siento cada vez que me acuerdo de ese atrevimiento.
Un par de años después, de nuevo mi marido me animó a presentarme y concurrí en la tercera convocatoria del HQÑ y en el de Vergara con El rincón de la novela romántica. En ninguno conseguí nada, pero a los pocos meses, El rincón abrió un nuevo sello en colaboración con Ediciones B: Selección RNR, y ni corta ni perezosa, les escribí diciéndoles que había concursado y que me gustaría que tuvieran en cuenta mi novela, etc.
Mi sorpresa fue recibir una contestación favorable y una propuesta de publicación.
En busca de su destino salió a la venta el 16 de abril de 2014. Me abrí un perfil nuevo de Facebook y empecé a relacionarme con otras escritoras españolas que me eran totalmente desconocidas. Por aquel entonces, tenía muchos prejuicios con respecto a la romántica española y solo leía a extranjeras. Hasta ese punto llegaba mi nivel de desconocimiento.
Fueron unos meses muy emocionantes. Era mi primera novela publicada, mi ilusión era tan grande que hasta me dieron igual las cláusulas del contrato.
Luego probé con otra editorial que también empezaba en el mundo literario y la primera versión de Volver a empezar se publicó a final de ese mismo año. La experiencia fue un mazazo de realidad y cuando Persiguiendo un sueño se publicó, mi decepción era casi insoportable. Tanto fue así que fue entonces cuando me dije que no podía dejar en otras manos lo que escribía, que dependía de mí que mis historias salieran en las mejores condiciones.
Mi obsesión por la perfección me llevó a estudiar corrección profesional, a aprender a manejar los programas de maquetación y a estudiar la mejor forma de darme a conocer entre las lectoras gracias a varios cursos sobre marketing para escritores.
Ya no me conformaba con cualquier cosa, pero el gusanillo de triunfar en una editorial no se iba y volví a probar suerte en Harlequín, donde publiqué Desmontando a Carter en HQÑ.
Pero eso no era lo que yo en el fondo quería. Estaba harta del ostracismo. Para eso, bien me podría apañar yo por mi cuenta. Y me lancé a la autopublicación con El secreto de lady Sarah a la vez que empezaba a forjarme un nombre como correctora profesional. Empecé a tener claro hacia dónde quería dirigir mi carrera literaria.
Llevo ejerciendo como tal desde el 2016 y he trabajado con autoras que han sido y son bestsellers en Amazon. Reconozco que me llevé un disgusto en el último evento de Armilla cuando varias escritoras me dijeron que no tenían ni idea de que me dedicaba también a la corrección profesional.
Pero no solo soy correctora, también he diseñado algunas portadas y maquetado libros para digital y para papel. Y para muestra un botón. Todas mis novelas en la actualidad están corregidas, maquetadas y diseñadas por mí. Puede que con mayor o menor acierto, pero con una calidad más que aceptable.
En estos seis años me he endurecido, he perdido la inocencia. Escribir ya no es como antes. No quiero decir que no lo disfrute, sino que ahora es diferente porque no es una afición ni un pasatiempo. Es mi trabajo, aunque aún no me gane la vida con él, pero todo llegará y tengo mi camino encauzado hacia allí.
Cada uno debe tropezar con sus propias piedras mientras se forja su carrera literaria, pero si vas advertida, el porrazo no será tan doloroso.
- Revisa los contratos antes de firmarlos y pelea las cláusulas con las que no estés de acuerdo. Ninguna editorial hace favores, es un negocio.
- No te conformes. No significa que tengas que convertirte en un grano en el culo de tu editora ni en una autora problemática. Todo es negociable, recuérdalo, y con educación y buenas formas se puede llegar muy lejos.
- No confíes en que la editorial hará todo el trabajo de marketing porque te estrellarás. Puede que te dé soporte un par de semanas, pero poco más. Tú eres tu marca, tú debes hacer comunidad a tu alrededor, bien en las redes sociales, en un blog o en una newsletter. ¿A qué tipo de lectoras quieres atraer? ¿Qué imagen das a tu audiencia? Uno de los errores que he visto que cometemos las escritoras de romántica es precisamente este, no tener un plan, hacer las cosas por apetencia sin un objetivo. Dedicarnos a poner: mi novela está a la venta, léela, sin pararnos a pensar por qué alguien debería leernos con toda la oferta que hay. ¿Te lo has planteado?
- Creer que escribir lo sabe hacer todo el mundo y que no necesitas estudiar la técnica. Porque sí, puedes empezar solo dejándote llevar por el talento que tengas, pero llegará un momento en el que eso no será suficiente si no quieres quedarte estancada.
- No saber los aspectos básicos de tu trabajo, como por ejemplo, la ortografía o cómo se puntúan los diálogos. Sí, luego tendrás que contratar una corrección profesional porque corregirse a una misma es muy difícil, lo sé por experiencia, pero qué mínimo que sepas que hacia no es lo mismo que hacía o que no se pone una coma después de pero antes de una frase interrogativa.
- No intentar dar lo mejor de ti en cada historia te pasará factura. Las lectoras son exigentes y no se conforman con cualquier cosa. Procura cuidarlas y no decepcionarlas. Por eso, todo lo que sepas hacer tú, genial, pero si no tienes ni idea de cómo diseñar una portada, por favor, contrata a un profesional antes que publicar tu novela con un envoltorio que desmerezca tu obra. Saldrás ganando, te lo aseguro.
- No entrar al trapo en las redes sociales y agradecer siempre los comentarios que te dejen, aunque por dentro estés deseando liarte a puñetazos. Antes de discutir o quejarte en público, procura pensar si eso te va a beneficiar o si va a perjudicar tu marca de escritora. La prudencia y el saber estar, en mi opinión, siempre serán tus mejores aliados.
No es un decálogo ni mucho menos, solo te he contado mi experiencia para que estés ojo avizor. Cometerás tus propios errores, es la única forma de aprender. Al final, las experiencias nos moldean inevitablemente.
¿Te has sentido identificada con alguno de los puntos que he mencionado? Cuéntamelo en los comentarios, me encantará que compartas tu experiencia conmigo.
Una carrera literaria… lo que sueña toda persona que empieza a escribir o que lleva tiempo haciéndolo. No es nada fácil, más bien muy complicado conseguirlo. Hoy en día, todo evoluciona, también lo que se refiere al mundo editorial, tan difícil, tan exigente, tan frustrante a veces. Ahora es el escritor el que debe hacerlo todo a parte de escribir. Corregir es fundamental, promocionar la novela en redes sin llegar a cansar al lector es tan agotador como abrumador. Y hacer un buen papel en este sentido es fundamental.
Tienes toda la razón en tus exposiciones, la experiencia termina sacudiendo a todos los que por torpeza o ignorancia terminan aprendiendo la lección a porrazos. Doy fe de ello.
Y aunque ya te lo he dicho alguna vez, te felicito por todos tus éxitos, por todos tus avances en este mundo tan exasperante, y estoy segura de que alcanzarás todas tus metas.
Un megaabrazo muy fuerte.
¡Hola, María Elena! La ilusión a veces nos ciega y no medimos las consecuencias de las decisiones que tomamos, por eso hay que tener claro qué quieres conseguir y no perderlo de vista. Escribir no es solo juntar palabras, engloba muchísimas cosas más y cuando no las tienes en cuenta, es cuando vienen los descalabros y los «esto no es lo que yo pensaba». ¡Hay que trabajar mucho!
Muchas gracias por tus buenos deseos. ¡Eres un sol!
Un beso enorme.
En primer lugar enhorabuena por tus logros y por perseguir tu sueño, y, en segundo lugar, darte las gracias por tus consejos. Estoy empezando a publicar poesías y relatos y me encanta, soy autora del bloglucesdeazahar.blogspot.com al que estás más que invitada y estaría encantada de conocer tu opinión. Un saludo
Muchas gracias! Espero que tú también alcances los tuyos. 🙂